martes, abril 08, 2008

 


EL ATEISMO (2 de 12)

¿Y el agnóstico?. Es aquel que se niega a elegir, situándose así muy cerca de lo que he denominado ateísmo negativo, pero estando más abierto, y éste es su rasgo distintivo, a la posibilidad de Dios: se trata de una especie de centrismo metafísico, o de un escepticismo religioso. El agnóstico no toma partido. No se pronuncia. No es ni creyente ni no creyente: deja abierto el problema. Para esto cuenta con excelentes razones. Dado que no sabe si Dios existe (si se supiera, ya no se plantearía el problema), ¿por qué se habría que pronunciarse sobre su existencia? ¿ por qué se habría de afirmar o negar lo que se ignora? También en este caso, la etimología es esclarecedora. Agnôstos, en griego, es lo desconocido o lo incognoscible. En materia de religión, el agnóstico es quien ignora si Dios existe o no, y quien se queda en esta ignorancia. ¿Cómo reprochárselo? La humildad parece estar de su lado. La lucidez, también. Así, en esta célebre frase de Protágoras:" Sobre los dioses, no puedo decir nada, ni que existen, ni que no existen. Demasiadas cosas impiden saberlo: en primer lugar, la oscuridad de la cuestión; en segundo lugar, la brevedad de la vida humana". Posición respetable, obviamente, y que incluso parece ser de sentido común. Esta posición remite al creyente y al ateo al exceso que comparten: el uno y el otro dicen más de lo que saben.
André Comte-Sponville. Invitación a la filosofía

Comments:
Pues la verdad es que parece que tiene razón. La postura razonable parece ser la agnostica. Ateos y creyentes dicen de este agua no/sí beberé, lo que sería un craso error. Pero no hay que olvidar que somos humanos y tenemos el derecho de equivocarnos. Hay muchas cosas que pensamos que no las haremos nunca y es razonable que podamos defender esa idea (aunque en el fondo no tenemos la certeza absoluta). También es razonable que nos podamos equivocar y rectifiquemos. Quizá una postura alternativa sería la de decir: Con la información e intuición que poseo, no creo en dios.
Quedad con dios.
 
Líbrenos Dios de los timoratos y los débiles de espíritu... Hay que mojarse, el agnóstico es el que quiere nadar y guardar la ropa. Pues si no traes traje, te pones en bolas y al agua.
 
Encasillar los pensamientos en categorías tan cerradas como el agnosticísmo, ateísmo, etc. me parece una barbaridad que no merece comentario. En cualquier caso y haciendo de abogado del diablo, el autor habla de los agnósticos como humildes y lúcidos y opina que su posición parece de sentido común y "esta posición remite al creyente y al ateo al exceso que comparten: el uno y el otro dicen más de lo que saben".
Personalmente no creo que dios exista, pero no tengo la certeza de que los creyentes estén equivocados. El que la tenga, que me lo cuente.
Por cierto, me he bañado en pelotas muchas veces y además nunca me han birlado la ropa.
Hacefalta.
 
;)
Ahora en serio, mi comentario es excesivo, estaba simplemente bromeando un poco. Normalmente la postura agnóstica siempre ha sido intelectualmente rigurosa, y que las posturas a los dos lados (creyentes/no creyentes) han tenido más tendencia a radicalizarse, como corresponde a los extremos. Sin embargo, creo que hoy día, y en algunas cuestiones, lo de "la verdad está en el punto medio" no es siempre válido, cuando hay suficientes elementos de juicio para ponderar y valorar cada posición. La pena es que la naturaleza humana tiende a creer en verdades absolutas, y la creencia en lo trascendente es ancestral. Ni siquiera el siglo de las luces consiguió eliminar los restos de la oscuridad medieval, que vuelven renovada y con barnices de mil colores para hacerla creíble, como es el caso de las teorías del diseño inteligente y otras opiniones pseudocientíficas que en USA llegan a enseñarse como verdaderas y al mismo nivel científico e intelectual que la teoría de la evolución. En fin, mientras discutimos si galgos o podencos, los fanáticos de todo tipo se visten de gala y se instalan entre nosotros...
 
:)
En efecto, la verdad no tiene porqué estar en el punto medio. De hecho la verdad está en todos los puntos, sean medios, defensas ó delanteros.
Y sí, los fanáticos se instalan en la cobardía y la resistencia al cambio, y ésta se pasea cotidianamente por nuestras aceras.
 
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