lunes, diciembre 10, 2007

 
POR QUÉ NO SOY CRISTIANO (2 de 15)
¿Qué es un cristiano?
En la actualidad no es así. Tenemos que ser un poco más vagos en nuestra idea del cristianismo. Creo, sin embargo, que hay dos cosas diferentes que son completamente esenciales en todo aquel que se llame cristiano. La primera es de naturaleza dogmática, a saber, que hay que creer en Dios y en la inmortalidad. Si no se cree en esas dos cosas, no creo que uno pueda llamarse propiamente cristiano. Luego, más aún, como el nombre implica, hay que tener alguna clase de creencia acerca de Cristo. Los mahometanos, por ejemplo, también creen en Dios y en la inmortalidad, pero no se llaman cristianos. Pienso que hay que tener, aunque sea en una proporción mínima, la creencia de que Cristo era, si no divino, al menos el mejor y el más sabio de los hombres. Si no se cree eso acerca de Cristo, me parece que uno no tiene derecho a llamarse cristiano. Claro está que hay otro sentido que se encuentra en el Whitaker´s Almanack y en los libros de geografía, donde se dice que la población del mundo está dividida en cristianos, mahometanos, budistas, fetichistas, etc., y en ese sentido todos nosotros somos cristianos. Los libros de geografía nos incluyen a todos, pero en un sentido puramente geográfico, que supongo que podemos pasar por alto. Por lo tanto, entiendo que cuando yo digo que no soy cristiano tengo que decir dos cosas diferentes; primera, por qué no creo en Dios ni en la inmortalidad; y segunda, por qué no creo que Cristo fuera el mejor y el más sabio de los hombres, aunque le concedo un grado muy alto de virtud moral.
De no haber sido por los fructíferos esfuerzos de los no creyentes del pasado, yo no haría una definición tan elástica del cristianismo. Como dije antes, en los tiempos pasados tenía un sentido mucho más completo. Por ejemplo, comprendía la creencia en el infierno. La creencia en el fuego eterno era esencial en la fe cristiana hasta hace muy poco. En este país, como es sabido, dejó de ser esencial mediante una decisión del Consejo Privado, de cuya decisión disintieron el Arzobispo de Canterbury y el Arzobispo de York; pero , en este país, nuestra religión se establece por la ley del Parlamento y, por lo tanto, el Consejo Privado pudo imponerse a ellos, y el infierno ya no fue necesario para considerarse cristiano. Por consiguiente no insistiré en que el cristiano tenga que creer en el infierno.
Bertrand Russell.

Comments:
Genial el bueno de Russell: finamente irónico pero despiadado.
Me he reído mucho con el artículo del "Whitaker`s Almanack" que constituye un excelente ejemplo de supina memez. También debemos considerar como adalides de la estupidez a los arzobispos de Canterbury y York.Gracias Manolito por defender nuestra integridad... ¿quizá fetichista? jejeje.
 
¡ Caray como se va poniendo la cosa de interesante!. Ahora el problema es dónde ubicarse, y parece que de las 4 opciones, de momento me quedaré también con la de fetichista, que remedio.
Géminis
 
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