domingo, noviembre 11, 2007

NOSTALGIA ENTRE LIBROS
No me cansa esperar, ni me fatiga
el peso de un amor no compartido.
Pongo mi afán en ser correspondido,
aunque en la lid final no lo consiga.
Así como la tierra da su espiga
te ofrezco yo mi último latido,
si acaso no se diera por perdido
acójalo con fe tu mano amiga.
¡Luz que bañas mi alma ensombrecida
y alientas el otoño de mis días!
No apagues en acelerada huída
el fuego de mis querencias tardías,
ilumina la senda de mi vida
y abre tu corazón si en mí confías.
El últimoromántico
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Ya te digo yo, Géminis, que eres como una monjita de la caridad con mis versos. JUGANDOCONMANOLITO se empeña en sacar de mí lo más recóndito de mis "adentros", que sólo los debiera leer MI ÁNGEL, MI TODO, MI YO (que diría Beethoven), la amada inmortal. ¿Qué sería del romanticísmo sin nosotros? Gracias.
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