miércoles, noviembre 21, 2007

Félix Mendelssohn Bartholdy (Hamburgo 1809- Leipzig 1847) tomó como motivo para la génesis de esta infrecuente obra la conmemoración del 400 aniversario de un acontecimiento histórico: la invención de la imprenta por Gutenberg. Fue el mismo compositor, a la sazón director de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig, quién en junio del año 1840 nombró su segunda sinfonía como Lobgesang (Himno de alabanza).
La obra se convirtió en la protagonista máxima del festival musical que se celebró en la iglesia de Sto. Tomás de Leipzig, siendo interpretada tras la Jubelobertüre de C.Mª von Weber y el Dettingen Te Deum de J.F. Haendel.
Al margen de la motivación puramente musical, es lo cierto que esta sinfonía reflejaba el profundo sentimiento religioso de Mendelssohn, que compuso la obra "para dar gracias a Dios por el regalo que la imprenta había supuesto para la civilización europea". De hecho, la inspiración protestante de la partitura se adivina no sólo porque el texto está basado en fragmentos tomados de la liturgia evangélica alemana, sino también porque el propio autor prologó la partitura con una cita de Lutero: "Anhelo ver todas las artes, especialmente la música, al servicio de Aquél de quien provienen y que las ha creado".
Félix Mendelssohn. Sinfonía-cantata en Si b M. nº 2 op.52 (Lobgesang). 1840
Besos, Géminis
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