lunes, marzo 19, 2007

 
El jardín de María
Me asomo a la ventana. Nada. Salgo del cuarto que me ha tenido encarcelada durante toda una eternidad de noche. Nada. Abro la puerta que da a la calle. Nada. Me dirijo un poco rápido hacia la esquina de la derecha. Nada. Me paro e indago con mi mirada las miradas de los hombres que se acercan a decirme palabras vacias. Nada. Por fin hablo y al hacerlo, ¿quíen me escucha?.Nadie. Mis horrores desfilando a través de mis labios hacen que en la calle no quede. Nadie. Mi sinceridad asustada se calla y hace que piensa en. Nadie. Doy marcha atrás, no me cruzo con. Nadie. Abro la puerta de mi casa donde no hay. Nadie. Subo las escaleras recientemente bajadas por. Nadie. Entro apresuradamente en mi alcoba donde la Nada que la habita se une al Nadie que la desocupa en perfecta cópula, formándose de esta unión un ser de. Aire.

Comments:
Bueno, nunca es tarde si el viento es fresco.

Qué bien te explicas, jardinera.

Un beso.
 
En la 1ª lectura era de día, pero en la 2ª le he puesto la noche y aún me ha sonado más fuerte. ¿Vendremos de esa fusión los que somos aire?

Esperaremos otro relato.
Besos, Géminis.
 
Seguro que era en una ciudad que no recordarías al despertar, porque era eso... un sueño.

La vecina del 1º
 
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